viernes, 24 de septiembre de 2010

Las chicas de Alambre.

- ¿Qué harías si no te sale bien?
- Ni idea.
- ¿De verdad?
- No quiero pensar en eso. Aunque si sigo así, no podré ir tirando mucho tiempo. Por eso meto la nariz donde puedo, y hago pruebas para lo que sea. Pero en cuanto te apuntas a un casting, te das cuenta de que hay cincuenta, cien, doscientas que están como tú de buenas, y encima mejores, o se dejan hacer lo que sea para conseguirlo.

Ayer me acordé de esto. Es un libro que leímos en el colegio, tenía 14 años en ese momento. Nunca me lo olvidé porque habla de modelos y anorexia, temas que me gustan. Pero ayer fue distinto, porque me acordé específicamente de esta parte. Me sentí muy identificada. Éramos 27 chicas buscando lo mismo.


El deporte, cualquiera que sea, es algo para tomarte con calma como hago yo, o para dejar la vida. Hay solamente dos caminos. En el mío, se elige el deporte como un pasatiempo, algo que una disfruta hacer y con lo que puede, en ocasiones, lucirse. Después de eso, los deportistas tenemos vidas normales. Amigas, colegio, familia. Existimos, no somos solamente patinadoras/básquetbolistas/gimnastas/etc. Ayer una de las chicas que competía conmigo salió llorando y otra (mucho mejor que esta en puntuación pero también insuficiente para ganar) salió riendo y hasta la escuché decir 'Qué tarada'. Y me pareció perfecta la actitud de la segunda. No hay que ponerse mal por no ser el/la mejor. Porque siempre va a haber alguien mejor y tenemos que vivir con eso. Lo importante es quedarse conforme con lo que uno hizo y perseverar. Porque si uno cree que puede dar más, en el siguiente intento lo hace. Uno tiene que alcanzar SU grado de perfección, su estado de paz, su equilibrio, su realización personal. Y no arrepentirse de nada, no perderse de nada. Porque hay muchas más cosas que esto en la vida y no vale la pena perderse de nada. Porque no vamos a tene otro intento, otra oportunidad, para vivir lo que no vivimos en su debido tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario