viernes, 24 de septiembre de 2010

Highway to Hell.




Esta semana fue distinta a como creí que iba a ser. No sé si mejor o peor. Distinta.


El lunes la fiesta de la primavera, el martes, el día de la primavera. Ayer tuvimos la excursión a La Boca del colegio y hoy un torneo de handball. Así que hablé mucho con mis nuevas amigas y seguí conociendo gente. Y hoy no sé si todo el mundo se volvió como yo, si cada colegio es un mundo distinto y finalmente encontré mi lugar o si nunca antes me había preocupado en buscar personas como yo.


Porque gente, cuando digo que son como yo, son como yo. Nunca había hablado de animé con nadie del colegio o de libros (exceptuando Crepúsculo, Harry Potter y Narnia) y películas. Ni siquiera de música, sacando algunas amigas más íntimas. Situaciones familiares, pensamientos ideológicos (Traducción: cosas serias, no puras idioteces) y compartir muchas de mis ideas o asombrarme de las ideas de los demás.


Y me gusta. Me gusta mucho. No es casual que justamente antes de entrar en este colegio conociera bandas nuevas, volviera a ver animé o me empezara a interesar en otras cosas. No cambié, sigo siendo yo, pero en un lugar diseñado para mí. Y me encanta, simplemente es algo que no puedo explicar. No es que menosprecie a mis amigas del otro colegio. A ellas las amo con mi vida porque compartí MUCHAS cosas de mi vida que no se van a repetir con nadie más. Pero a lo que voy, es a que cada día me convenzo más de que las casualidades no existen, que hay cosas que a veces sentimos instintivamente que tenemos que hacer y nos salen bien solamente por el hecho de que estaban destinadas a ser.



-Es... extraordinario conocerte, Wanderer. Pensaba que aquí era el único en mi especie.
- Ni por asomo- Contesté mientras pensaba en Sol,  allá en las cuevas.
Quizá no fuéramos tan raros como pensábamos.
The host. 

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