PELO.

Al final me fijé y no. En el casi año que tengo el blog nunca hablé del pelo. Y eso que es algo de lo que hablo constantemente; una de los primeros temas de conversación que tengo cuando estoy hablando por primera vez con alguien nuevo.
Tengo una obsesión con el pelo; es lo primero en que me fijo cuando miro a alguien y en lo primero que pienso a la hora de gastar o arreglarme para salir.
Desgraciadamente, la vida, la naturaleza y mis papás se complotaron en mi contra y no me favorecieron con mi pelo. Desde chiquita lo odié y a medida que fui creciendo fui buscando mil y una formas de mejorarlo y tenerlo como se supone que tenía que tenerlo una chica de mi edad. Casi nunca llevo el pelo como una adolescente normal; pocas veces lo disfruto y muchas otras pienso que hasta mi tía tiene un pelo más de pendeja -A pesar de sus 50 y más años, mi tía/madrina de Confirmación es súper fasion-
La cuestión es que nací con rulos. Pero no rulos de esos de princesa. Rulos feos. Mucha cantidad de pelo -que para colmo es finito y crespo- Mucho frizz. Demasiado volumen. Súper rebelde y muuuuy seco. Sí, mi pelo es un espanto y si los que me conocen no lo creen así es gracias al esfuerzo que le dedico día tras día.
Desde chiquita que lo sufro; porque todas las nenas tenían peinaditos re lindos y a mí no me quedaban bien, entonces tampoco le dejaba a mi mamá hacérmelos -Quien por cierto, ama mis rulos, porque como salió favorecida con un pelo de lacio envidiable, no sabe lo que es tener que manejarlos- Además se me enredaba tanto, que cuando mi mamá me lo quería peinar en seco, me tironeaba y me dolía muchísimo. Hoy en día sigo bañándome antes de peinarme cada vez que tengo que salir y aplicandóme mucha crema enjuague y posteriormente, crema para peinar.
El primer recuerdo que tengo de haberme puesto realmente mal por mi pelo fue como a los 7 años. Yo quería  tener el pelo cortito, como Sakura Card Captors, y hacerme dos colitas cortitas. Pero claro, a mi el pelo, cuanto más corto lo tenía, más se me erizaba. Así que la 'solución' era tenerlo largo para que 'pesara' -Mi pelo no tiene peso, es demasiado fino- y se me alisara. Cosa que está de más decir, nunca pasó. A medida que iba creciendo y tenía cumpleaños en peloteros, donde todas las nenas iban con el pelo suelto -Al colegio íbamos todas con el pelo atado- me empecé a comparar con compañeras en lugar de con personajes de la tele. Pero ninguna tenía el pelo como yo y eso me hacía sentir mal. Me acuerdo que una vez, cuando llegué de un cumpleaños me encerré en la pieza -Tendría 8/9 años nada más ehh- y me puse a llorar porque yo quería tener el pelo como Florencia Grillo.
Son incontables las gomitas de pelo que se llevaron mechones míos y los peines que rompí, tras haberse enredado en alguno de mis rizos. Nada me servía, las gomitas lindas eran de elástico y se me enredaban y las hebillitas se perdían entre tanto pelo. Terminé comprano gomitas horribles, pero que eran grandes y de algodón y se adaptaban a mi pelo. A los 9 años me hacía la colita casi en la frente. Porque me había dado cuenta de que cuando el pelo me caía como en cascada, los rulos parecían mucho más lindos. Ninguna nena se preocupaba por eso a mi edad y yo, en cambio, no podía parar de darle vueltas.
Un tiempo después, el pelo se me alisó un poco. Cuando salía de bañarme, me quedaba horrible -En ese tiempo no sabía de la existencia de las cremas para peinar- porque se me levantaban pequeños rulitos en el cuero cabelludo. Pero al día siguiente, me quedaba un poco mejor.
Me acuerdo de dos cosas de cuando tenía 10 años con respecto al pelo.
La primera fue cuando me tuve que peinar para la comunión. Mi prima y yo fuimos juntas a la peluquería. Ella se hizo algo re lindo; en este momento no me acuerdo bien qué. Y yo hice TAL escándalo porque todo me quedaba horrible, que la peluquera no tuvo más remedio que dejarme el pelo como lo tenía y mandarme la vinchita así nomás. Ese día, por obra de Dios el pelo me quedó bastante bien. Pero la realidad era que me peinaba con la raya al medio y tenía la cabeza o muy grasosa -Porque como dije antes, me había dado cuenta de que cuando no me lavaba el pelo no se me hacían esos rulitos en la cabeza- o lleno de frizz. Juro que cuando se me mojaba con la lluvia o algo, se me hacía una capa palpable de frizz en la cabeza. Me tocaba despacito y sentía un colchón suavecito de rulitos. Los odiaba. Juro que me ponía LOCA a veces.
Lo segundo fue cuando mi mamá me compró un desenredante de Barbie de Avon. Me dejaba el pelo lindo -O por lo menos mejor de lo usual- así que lo usaba todo el tiempo. Una vez lo llevé a la casa de Jero, a un Pijama Party y de tanto usarlo y por dormirme desabrigada, con el pelo tan mojado, me enfermé y mi mamá no me lo compró nunca más.
Más tarde, como en 5to. grado, era la típica nena feita, que se hace la colita del pelo casi en la nuca; que se aplasta lo más que puede el pelo contra la cabeza, pero que en la colita se nota la increíble bola de pelo que tiene. Y a pesar de eso, en las raíces se me notaba que tenía rulos, porque se me hacía una ondita horrible.
No es que no probara con otros peinados (Inclusive de más chiquita, había veces que sí le permitía a mi mamá peinarme y otras tantas que le pedía que me inventara algo -Con la esperanza de que este 'invento' solucionara mi problema; pero como esto nunca pasaba, cuando me veía en el espejo me frustraba, le sacaba el peine y me iba a dormir-) pero nada me quedaba bien y por eso siempre caía en la colita de pelo. En cada foto del día de la foto, me pueden ver con un peinado distinto; pasando desde rodetes de bailarina hasta mil y un trencitas. Todos distintos pero igualmente feos en mí.
Finalizando sexto grado, fui a la bandera. Yo quería estar linda, por la ocasión especial y me hice una media colita. Pero al no tener nada de pelo en la cara, era pura frente y orejas. Estaba horrible. En patín usaba el pelo igual de tirante, pero con todo el maquillaje y demás, quedaba linda. Además todas lo usaban igual. Pero en el colegio no. Mi escolta, Evelyn, tenía el pelo rubio cortito que yo siempre había querido y era linda. Los chicos gustaban de ella porque, a mi entender, el pelo la hacía linda. Así que a partir de ahí, empecé a hecharle la culpa de mi fealdad, autoestima baja y falta de chicos a mi pelo. Por eso mi pelo significa más que pelo para mí; ahí desembocan todas mis frustraciones.
Cuando empecé la secundaria, fue TODO un problema. Porque se usaban los rebajes y los desmechados y todas mis compañeras habían empezado a cortarse el pelo. Yo sabía que eso era imposible para mí, así que me las arreglé lo mejor que pude. Ya había descubierto la crema para peinar y cuando no la tenía, me las arreglaba con gel. Pero el frizz ya no era un problema. Usaba aritos y otras cosas para que no se fijaran tanto en mi pelo. Me rebajé solamente unas mechitas adelante y me ataba el pelo en una mezcla de rodete-gancho. Al año siguiente, se empezó a poner de moda el 'ahuecado' que me sacó muchísima cantidad de pelo y por eso unos meses lo amé y lo disfruté, y por los dos años siguintes lo odié. Me llevó bastante tiempo recuperar el pelo que tenía. Pero aprendí y me di por vencida con el tema de los cortes.
Esta frustración con los cortes de pelo me llevó a experimentar algo nuevo: Las tinturas. Mi mamá no quería saber nada con la idea, pero argumentando en que no se me iba a notar, porque no me iba a teñir las raíces sino solamente las puntas, accedió. Ese año apareció la moda 'flogger'. Y todas mis compañeras se cortaban el pelo y se hacían enormes flequillos. Yo también quería uno; pero me hacía un jopo y no quedaba tan mal. Además las puntas rubias de mi pelo me subían un poco el autoestima. Ese año cumplía 15. Y todavía tenía el pelo un poco destrozado del antiguo ahuecado. Así que para que no se me notara esa capa de pelo que no terminaba de crecer, cuyas puntas no existían o estaban carentes de forma, mi peluquero de aquél tiempo me la recogió y dejó que se vieran (Más de lo que muchos familiares hubiesen querido) libremente las mechas rubias. No era lo más apropiado para un quince; además el recogido tenía mis rulos naturales y no los hermosos que ofrece una bucleadora pero entre que el peluquero había llegado tarde el día de la fiesta y yo había hecho tal escándalo en la prueba de peinados que no habíamos concretado en nada, fue lo mejor que se pudo hacer. Y quedó bastante bien! Sobre todo porque tenía la parte de adelante -Lo que sería el 'flequillo'- más corta que el resto del pelo, y planchada -Aunque se me viniera todo el pelo a la cara- quedaba bastante bien. Después comprendí que era una forma de taparme la cara, porque todo el tema del pelo había derivado en una compleja situación de autoestima baja de la que todavía no sé si salí.
Para cada fiesta me planchaba el pelo; la planchita se había convertido en mi mejor amiga y no me dejaba el pelo suelto sin una previa pasada de ella.
Recién el año pasado, gracias al flequillo que tanto me insistieron mis amigas que me hiciera, quedé más conforme y pude empezar a disfrutar de mi pelo. Y gracias a Dios, porque sino en el Mogas no sé qué hubiese hecho! A veces se me despeinaba, es verdad, pero me quedaba mucho mejor que cualquier otra cosa que hubiese tenido. Me hacía un rodete y me dejaba el flequillo. Y me quedaba bien, estaba medianamente linda! Ahora me podía sacar fotos y salir bien. De hecho, me compré una cámara, porque antes no tenía ni tampoco tengo fotos de ésos años. Hasta me animé a usar el pelo suelto con rulos, aunque no todo suelto, porque se me inflaba mucho, pero SÍ podía usar una media colita! Me teñí los mechones rubios de castaño claro y me recorté el pelo en punta. Aprendí a peinarme cada vez mejor el flequillo; aunque de vez en cuando todavía me queda terriblemente mal, sobre todo cuando está largo. Y hace unos meses me dí cuenta de que me creció bastante y lo tengo bastante más sano y lindo, gracias a todos los productos que uso y que mi mamá (Gracias Má) me compra. De vez en cuando me agarra la locura en el colegio, cuando voy con el pelo mojado y 3kg de crema para peinar e igualmente se me infla. Mis amigas me dicen que me queda bien, que no joda. Pero ellas nunca me conocieron cuando mi pelo no era así. Las chicas del IMR fueron quienes notaron más el cambio. Y hoy, hablando con ellas en Starbucks, arreglamos para ir juntas a la peluquería un día de estos.
Siento que perdí mucho tiempo; muchos años en los que pude haber aprovechado de llevar el pelo de distintas maneras, con peinados que ya a mi edad no quedan bien. Pero en esos años aprendí y supongo que voy a poder llevarlo bien de ahora en adelante. Y cada vez mejor (o eso espero). Quiero tener el pelo de tantas formas que no me alcanzaría la juventud! (Porque son todos colores y peinados que no creo que me queden bien a los 40 xD) Tendría que tener cada año el pelo de una manera distinta! Cortármelo cortito y hacerme un alisado. Una vez que lo tenga así, hacerme dos colitas bajas, porque ya la edad de dos colitas altas pasó, o dos rodetitos. Y apurarme, porque en realidad ya a los dieciséis nadie lleva el pelo así. Supongo que siempre voy a parecer una nena, o una grande ridícula porque voy a usar todos los peinados que de chiquita no pude -Bueno, no todos, pero sí algunos- No voy a esperar a que me vuelva a crecer el pelo, porque tardaría años e igualmente nunca volvería a ser igual. Voy a usar extensiones. Quiero ser morocha; rubia y tener mechitas negras o ser colorada (Desde chiquita quise, probablemente infulenciada por La Sirenita, porque otra cosa que siempre quise fue ser una sirena) alguna vez en la vida.
Quiero ser todo lo que quiera ser.Aunque tenga que esperar a cumplir los 18, trabajar y gastarme la plata en el pelo xd  No amo mi pelo, pero es mejor de lo que solía ser, y ante los ojos de los que no están en mi piel, 'es lindo'.Por ahora, me conformo con tenerlo así. No, mentira, quiero empezar YA con los cambios porque sino se me pasa la vida y repito, a los 40, no me va a quedar bien el pelo como Avril Lavigne. Tengo 16 y voy a cumplir 17. El tiempo se me va, es ahora o nunca!

Proximamente. Es lo más fácil y rápido de alcanzar y lo más probable que mi mamá me deje xd 

Un sueño.

Algún día.

No me importa si me lo tengo que hacer a los 20 y quedo ridícula, con sueños frustrados de la adolescencia, ALGÚN DÍA voy a tener el pelo así.

Otro sueño.

Obligatoriamente!

Nunca voy a ser igual de linda que ellas, pero voy a tener su pelo! jaja xd Fue la entrada más larga que escribí en mi vida, pero el pelo es algo que me define y no me importa si suena superficial, ya les expliqué que todo esto va más allá del pelo en sí. Tiene que ver con mis metas, mi timidez y mi independencia.

Juro que sentí esta entrada como una sesión de psicoanálisis. O como supongo que debe ser una, porque nunca fui al psicólogo xd Aunque debería. Fue muy catártico, muy liberador. Así que me cago en si lo leen o no.