sábado, 2 de octubre de 2010

Saltar.

Es increíble la libertad que se siente cuando se salta; sentirse suspendido en el aire es una sensación comparable con muy pocas cosas.
Hoy aprendí a saltar, pero a saltar bien, a disfrutar el sentimiento de estar bien arriba y poder mover las piernas sin tocar nada. 
Esto gracias a Sandra, la bailarina que nos está corrigiendo en patín. La sensación que antes solamente podía sentir  cuando hacía un flip, ahora la puedo experimentar hasta en un simple salto de vals. Gracias por eso. 
Qué más nos enseñó? Bueno, muchísimas cosas que nos hacen doler los pies, los abdominales y los brazos, entre otras partes del cuerpo; cosas que te hacen odiarla a veces, pero hoy nos hizo reflexionar sobre algo importante: Nuestro tiempo es ahora, tenemos que aprovecharlo y conocer nuestros límites para poder aplicarnos en lo que seamos buenas y nunca nunca dejarnos llevar por la frustración. 


La fecha está mal u.u


Y lo que más me gustó es que enseguida se dio cuenta de lo amigas que somos, cosa que en un club no siempre pasa, porque las chicas en vez de llevarse bien, compiten entre sí.

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